Depresión.
En la actualidad sigue siendo un trastorno tabú, especialmente en el
ámbito laboral,
a pesar de su alta prevalencia. Hoy por hoy se sigue considerando una
cuestión de debilidad, de pesimismo y de pereza. Sin embargo, tratar
de salir de una depresión es parecido a intentar levantarte
del suelo tirando de los cordones de los zapatos. Si lo consigues, es
que lo que tenías no era depresión.
Matthew Johnstone es
un ilustrador neoyorkino que tuvo la experiencia de estar instalado
en una depresión. A raíz de su situación, decidió escribir un libro: I had a black dog. His name was depression, en el que comparaba la depresión con un enorme perro negro al que
tenía que hacer frente día a día. Sobre el mismo comentaba:
“Una
de las cosas coherentes que he descubierto escribiendo este libro es
que la gente en el fondo quiere ser comprendida. Quiere que se la
entienda. Quiere que le confirmen que no está volviéndose loca. Y
también quiere tener esperanza.”
Este
libro me resultó interesante desde el punto de vista psicológico.
Puede facilitar mucho la labor de empatizar con los síntomas de una
persona, ya que en los criterios diagnósticos como el DSM IV, sólo
te describen dichos síntomas de manera aséptica.
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