domingo, 22 de agosto de 2010

Carencias

Mi libro de Ética, en 4º de la ESO comenzaba con un epígrafe que hacía referencia a "la loteria de cada uno", es decir, todas las cosas con las que hemos nacido y que no hemos elegido: casa, padres, su caracter, país, familia, situación económica...
Esto de haber concretado las posibilidades tanto nada más nacer parece una cruel lotería que limita tus posteriores decisiones y por tanto a añorar lo no-tenido.
Y bien, a mi parecer, esta lotería es un punto de partida limitado como cualquier otro lo es.
Las carencias de este comienzo ponen en evidencia lo que nos gustaría mejorar. Es un comienzo que al ser comparado con nuestra idea de perfección despierta y orienta nuestros sueños. Nos ayuda a saber lo que nos falta y le falta al mundo y por lo queremos luchar.
Sin estas carencias, si todo hubiera sido perfecto desde el principio (tal cual lo deseamos ahora) no le daríamos ni por asomo, la importancia que tiene comparándolo con lo carente. Sería lo normal, no habría que cambiar nada y probablemente nuestro afán por mejorarlo todo nos ayudaría a sacarle defectos. Que como dijo Bucay a Claudia, sólo se puede llenar una taza que ha sido vaciada.
Por otro lado, parece curioso - y quizás sea porque conocemos la situación en profundidad o porque estamos tan metidos en ella que no vemos más allá - pero en momentos de bajón nuestra situación parece tener las condiciones más macabras y crueles de las que conocemos similares a la nuestra.
Y vaya, no nos percatamos en ese momento de que otra persona (con otras circunstancias, claro) apreciaría muchos aspectos de la nuestra como el mayor de los tesoros. Es bonito no olvidarse de estos aspectos también.

(Ah! es la magia de la subjetividad, ¡se siente!)

2 comentarios:

  1. Es como en el ajedrez, ¿no? Da igual qué ficha muevas primero, lo importante es saber mover las demás para vencer a tu rival. Y si tu rival te vence, llegar a saber en qué has fallado, qué movimientos has hecho mal para que se dé ésa situación e intentar no repetirlos en partidas posteriores.

    Es muy MUY interesante lo que escribes, cariño. Mucho más si lo haces desde París, ciudad clave para la Psicología (desde que estás tú, por supuesto) ;)

    ¡Te quiero!

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  2. Me gusta mucho esa comparación, pequeño G. No me había planteado que el ajedrez se asemejara tanto a la búsqueda de lo que deseamos, es como la pequeña partida de cada uno, mola :)

    Me recuerda a una frase que nos dije el profesor de Psicobiología (ese que tú recuerdas con la cara de Rafa, ese xD)
    “Para no cometer errores, hay que tener experiencia. Para tener experiencia, hay que cometer errores.”

    Y uy, no sabía de esta novedad a mi llegada a Paguis jaja

    Yo también te quiero, peque! n_n

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