viernes, 16 de julio de 2010

Mon petit cabroin


Mon petit cabroin
(link estrella, sin él la publicación pierde mucho sentido D:)


Gran canción. Canción de letra escasa e impactante batería para mi gusto. Os explicaré lo de escasa letra: Esta, Mon petit Cabroin, es una canción del grupo Love of Lesbian (lol para los amigos) de su disco Maniobras de escapismo... y está compuesta por varios fonemas del inglés y el francés.
En palabras del propio Santi Balmes, cantante del grupo:"Aclaraciones... no es la primera ni será la última vez que me pedís la letra de "Mon petit cabroin"... pues no existe... son fonemas que imitan el inglés y el francés. No tiene ningún sentido nada de lo que digo ni pretendía hacerlo. La ventaja es que puede imaginar cualquier tipo de temática porque todas son válidas."
Eso de no tener letra... me ha frustrado más de una vez para cantarla, menos cuando me desenvuelvo y la canto exactamente como recuerdo o como me apetece.
Por lo de impactante batería... tengo pruebas, lo prometo. Tú abre el link en otra entrada si no lo has hecho aún... Me encanta cómo se pone la canción en torno al minuto 1.30, al 3.30 y a partir del 4 y de ahí al final. Es tan genial. Es casi como oir un orgasmo in crescendo...

Turututú... tuturu turututú... Tuturuturututú tutútutúTÚ!

Mañana me voy de campamento, a desconectar y tal unas... dos semanas de nada. Y de imagen jengi, qué majo él :D

jueves, 8 de julio de 2010

Abajo las cremalleras!

Hay un sádico placer en la autocompasión. Y eso caca. Hay un sádico y adictivo placer en creer que el disfraz es la piel. En creer que en Carnaval somos monotonía, apatía, anhedonia, tristeza, indefensión aprendida, depresión... y quién sabe cuántas cosas más, aunque solo sean un disfraz.

Desabróchate. Quítatelo todo. Si no llegas porque la cremallera está en la espalda, pide ayuda. Y ahora, mírate desnudo, sin nada. Ese sí que eres tú.


(Imagen de William Merritt Chase)

jueves, 1 de julio de 2010

Al estilo del ave fénix

En el torrente de pensamientos que transcurren y casi apabullan... queda uno mismo como envuelto en mil cosas que no se conocen demasiado bien.
Uno... envuelto en pensamientos que son fruto de nuestra manera de ver la realidad, del filtro que tengamos puesto en ese momento. Ahora están tan juntos, tan neblinoso que ni recordamos ese filtro. Vemos todo oscuro y hemos olvidado que aún llevamos puestas las gafas de sol.

Sin recordar que lo que vemos depende del cristal... no nos planteamos quitarnos este para colocar otro, mediante el que todo parezca más esperanzador. Nos atrona que sólo lo parezca, porque indica que la imagen de un mundo mejor puede haber sido producto de nuestra imaginación en otro momento.
Por esto, cuando recordamos que se puede cambiar el cristal con el que vemos algo nos quema dentro, una nueva esperanza... Aun sabiendo que se puede cambiar, no sabemos cómo. La impotencia a flor de piel.
Quelle horreur! Todo parece irrremediable, irrevocable, imposible de solucionar. Y lo ideal sería continuar pensando en lo que nos preocupa para encontrar una solución y cortar con los pensamientos... Pero ya nos hemos cansado demasiado como para concluir en algo. En este momento, nos vemos como si fueramos ceniza. Y como buen ave fénix, renaceremos de ellas -aunque todavía no sepamos cómo-.

Y cambiar de cristal... ocurre, pero no en un día, ni en dos... aunque el primero sea tan necesario como el siguiente. Hasta ahora cualquier hecho, palabra, persona, recuerdo o canción sirve para recordarnos que (casi) todo lo vemos con un cristal negro muy dificil de cambiar... Y es entonces cuando debemos parar este torrente al grito de
"Eh, eh, para! No sigas por ahí... Reinicia."
Es un grito que nadie oye, que solo te recuerda que esa manera no te hace ver bien la situación, como si te obligaras a verla de otra, hasta que aparezca la que te hace bien.
Es un cambio tan imperceptible que nadie a tu alrededor puede verlo. Tú en cambio, aprecias cómo cada pequeño cambio te encamina a verlo todo bastante menos negativo. Te sientes reconfortado, brotando otra vez, como transformándote a partir de tus cenizas...